1. Historia del Castillo Hohenzollern El Castillo Hohenzollern no es solo un lugar de cuento de hadas; es el corazón de una dinastía que dejó una profunda huella en la historia de Alemania. Su legado comienza hace más de mil años, cuando los condes de Zollern fueron mencionados por primera vez en el año 1061. […]
Castillo Hohenzollern
El Castillo Hohenzollern no es solo un lugar de cuento de hadas; es el corazón de una dinastía que dejó una profunda huella en la historia de Alemania. Su legado comienza hace más de mil años, cuando los condes de Zollern fueron mencionados por primera vez en el año 1061. Sin embargo, este lugar no siempre fue sinónimo de grandeza.
Ubicado en lo alto del monte Hohenzollern, la primera fortaleza de la familia fue destruida en el siglo XV. Aunque fue reconstruida, nuevamente quedó en ruinas en el siglo XVIII. A pesar de estas pérdidas, la dinastía Hohenzollern prosperó, dividiéndose en dos ramas principales.
Por un lado, la rama suaba continuó gobernando los territorios cercanos al castillo, mientras que la línea prusiana alcanzó alturas inimaginables. Desde Burgraves de Núremberg hasta príncipes electores de Brandeburgo, y finalmente reyes de Prusia, esta última rama desempeñó un papel crucial en la unificación de Alemania y la creación del Imperio Alemán.
El renacimiento del castillo Hohenzollern comenzó en una tarde de verano de 1819. El príncipe heredero prusiano, Federico Guillermo, de apenas 23 años, visitó las ruinas y quedó profundamente conmovido por su conexión con los orígenes de su familia. Decidió reconstruir esta sede ancestral, y con la ayuda del arquitecto berlinés Friedrich Stüler, le dio nueva vida en un estilo neogótico inspirado en la arquitectura de la Baja Edad Media.
La Capilla de San Miguel
El recorrido del castillo Hohenzollern, comienza en la Capilla Católica de San Miguel, un espacio que deslumbra con su escultura de madera de tilo de San Jorge luchando contra el dragón. A poca distancia, se encuentra la Capilla Protestante de Cristo, construida por el rey Federico Guillermo IV. Ambas capillas reflejan la división religiosa de la familia, con detalles arquitectónicos que fascinan a cualquier visitante.
Salón de los Condes
La primera parada en el interior del castillo es la Sala del Árbol Genealógico, donde se despliega la fascinante historia de esta dinastía. Sin embargo, el verdadero espectáculo llega al entrar al Salón de los Condes, un espacio inspirado en la Santa Capilla de París, ideal para reuniones y celebraciones hasta el día de hoy.
Otro rincón especial es la biblioteca, decorada con cuadros que narran las leyendas de los castillos anteriores y un ambiente más personal con fotografías y objetos familiares.
vistas del Castillo Hohenzollern
El momento más mágico de la visita es, sin duda, subir a la torre del castillo. Desde allí, las vistas panorámicas del paisaje circundante son simplemente espectaculares. Montañas, bosques y cielos infinitos se combinan para ofrecer un escenario digno de un cuento de hadas.
pasadizos medievales
Descendiendo por las escaleras de caracol, llegué a la armería, donde se exhiben armas, copas y porcelanas históricas. También descubrí pasadizos medievales y casamatas excavadas en la roca, construcciones diseñadas para resistir ataques en épocas de guerra.
Finalmente, mi recorrido concluyó en las terrazas del castillo. Aquí, las esculturas de importantes reyes prusianos recuerdan el legado de esta dinastía y su impacto en la historia alemana.
El Castillo Hohenzollern no es solo un monumento histórico, sino un viaje al corazón de la Alemania monárquica. Si quieres ver más detalles de mi visita, no te pierdas el video en mi canal de YouTube, donde comparto cada rincón de este impresionante lugar.
¿Qué otros castillos debería visitar? Déjame tus sugerencias en los comentarios del video. ¡Nos vemos en mi próximo destino!
