Heidelberg es una de esas ciudades Alemanas que te hacen suspirar desde el primer momento. Se encuentra en el estado federado de Baden-Wurtemberg, en el suroeste del país. Se encuentra a orillas del río Neckar, aproximadamente a unos 80 kilómetros al sur de Frankfurt. Con su imponente castillo dominando las colinas, un casco antiguo lleno […]
Heidelberg es una de esas ciudades Alemanas que te hacen suspirar desde el primer momento. Se encuentra en el estado federado de Baden-Wurtemberg, en el suroeste del país. Se encuentra a orillas del río Neckar, aproximadamente a unos 80 kilómetros al sur de Frankfurt. Con su imponente castillo dominando las colinas, un casco antiguo lleno de encanto, seguramente será uno de tus destinos favoritos. Caminar por sus calles llenas de historia, pero al mismo tiempo, tiene un ambiente juvenil gracias a su histórica universidad. Es un destino perfecto para disfrutar de vistas panorámicas.
Es una emblemática fortaleza cuya construcción comenzó en el siglo XIII. Fue la residencia de los príncipes electores del Palatinado, desafortunadamente sufrió graves daños durante la Guerra de Sucesión del Palatinado en 1688 hasta 1697, fue destruido nuevamente en por un incendio causado por un rayo. Hoy, aunque está en ruinas, es un símbolo romántico rodeado de hermosos jardines y terrazas que te invitan a recorrer su rica historia.
Para subir al Castillo de Heidelberg, hay dos maneras, puedes caminar por el famoso sendero de los filósofos o usar el funicular Web oficial te recomiendo comprar la entrada al castillo incluye acceso al Gran Tonel, el barril de vino más grande del mundo y el ticket de ida y vuelta del funicular.
¿Que explorar dentro del castillo de Heidelberg?
El Museo de la Farmacia: Este fascinante museo, ubicado dentro del castillo, explora la historia de la farmacia y la medicina en Europa. Exhibe desde antiguos instrumentos médicos hasta recetas y fórmulas utilizadas por boticarios en siglos pasados.
El Patio Interior: El patio del castillo es una joya arquitectónica. Sus fachadas están decoradas con esculturas que representan figuras mitológicas y personajes históricos, como los príncipes electores que gobernaron el Palatinado.
Las terrazas y las Vistas Panorámicas de la ciudad: Uno de los mayores atractivos del castillo es su espectacular vista del río Neckar, el casco antiguo de Heidelberg y las colinas circundantes. Es el lugar perfecto para disfrutar de un momento de tranquilidad y tomar fotografías.
En esta iglesia se celebró la misa inaugural de la universidad de Heidelberg en 1386, la basílica fue construida en 1398, a lo largo de los siglos quedo en manos de católicos y protestantes, actualmente es una iglesia luterana, afuera cuenta con un rasgo interesante entre los contrafuertes se encontraban varios puestos de comercio, tradición que perdura hasta el día de hoy. Además de los servicios religiosos, la iglesia organiza actividades culturales, sociales y artísticas, convirtiéndola en un punto de encuentro de la comunidad local.
Heidelberg, una ciudad que parece sacada de un cuento de hadas, tiene entre sus joyas más emblemáticas al Alte Brücke o Puente Viejo. Construido originalmente en madera en el siglo XIII, ha tenido varias versiones a lo largo de los siglos. Las crecidas del Neckar y los estragos de las guerras obligaron a su reconstrucción en múltiples ocasiones. La estructura que conocemos hoy data de 1788 y fue ordenada por el príncipe elector Carlos Teodoro, quien optó por el uso de piedra arenisca para garantizar su durabilidad. Durante la Segunda Guerra Mundial, el puente sufrió daños significativos, pero fue restaurado con meticuloso cuidado. Y no te olvides tocar El mono de Heidelberg, según las diferentes leyendas, si lo tocas volverás a este lugar, ¡Suerte!