Qué ver en Sajonia – una provincia maravillosa de Alemania ¡Hola viajeros! Me imagino, que mayoría de ustedes preferirían emprender su primer viaje a Alemania comenzando en las ciudades grandes. Todos queremos visitar Berlín, Hamburgo Múnich, Frankfurt o Colonia porque es lo que nos viene a la mente cuando pensamos sobre Alemania. No obstante, recorriendo […]
¡Hola viajeros! Me imagino, que mayoría de ustedes preferirían emprender su primer viaje a Alemania comenzando en las ciudades grandes. Todos queremos visitar Berlín, Hamburgo Múnich, Frankfurt o Colonia porque es lo que nos viene a la mente cuando pensamos sobre Alemania. No obstante, recorriendo este país, descubrí que cuenta con una increíble diversidad y cada provincia tiene algo interesante para ofrecer. Uno de estos destinos, que me sorprendió, fue la ciudad de Dresde tanto por su impresionante arquitectura tal como por su historia. Si quieres conocer más de esta ciudad te dejo aquí el enlace a mi canal en Youtube . Te preguntarás qué ver en Sajonia, quédate que te lo cuento!
Sin embargo, durante el recorrido, me quedó más claro que Sajonia no es solamente su capital. Me dieron ganas de prolongar mi viaje y recorrer otros lugares hermosos de la provincia. Lo que visité, superó totalmente mis expectativas. Puedo decir con certeza que encontré todo lo que uno espera viajando por Alemania. Hermosos paisajes, grandiosos monumentos e historia fascinante. ¿Estás listo para la aventura? En este post te voy a mostrar los lugares más atractivos que debes ver en Sajonia.
Mi primer destino fue Meissen situada a solo media hora del camino de Dresde. A mí, me tocó viajar en el coche, pero también se puede llegar muy fácil desde la estación de trenes de Dresde (Estación Central – Dresden Hauptbahnhof). Meissen está situada a las orillas del río Elba. Se me hizo un pueblo muy pintoresco porque el punto central es la colina con el castillo Albrechtsburg y la Catedral de San Donato en la cima. Me deslumbró también su arquitectura y planeación urbana medieval. Meissen cuenta con la increíble historia de la fabricación de porcelana, siendo la primera manufactura de este producto en Europa. Es allí donde decidí dar mis primeros pasos.
Museo de Porcelana Meissen
Mi lista de recomendaciones que ver en Meissen abre la famosa fabrica de porcelana. Si piensas viajar en tren. Te sugiero bajar en la estación Meissen Triebischtal, porque queda solamente a 5 minutos caminando al museo.
La historia de la primera porcelana Europea me parece muy interesante, ya que el viejo continente, tenía que importar este costoso producto de Asia lejana.
El príncipe elector de Sajonia Augusto el Fuerte quebró el monopolio de los Chinos y Japoneses, o mejor dicho sus dos súbditos – un matemático y físico alemán Ehrenfried von Tschirnhaus y un alquimista estafador Johann Friedrich Böttger. Este último fue, que presumió al príncipe elector, que le podía fabricar el oro. Böttger era un prófugo de Prusia, donde había prometido lo mismo al soberano prusiano Federico I.
Augusto el Fuerte, reaccionó con más sabiduría y lo tomó preso en los calabozos de Dresde. Después de varios intentos fallidos, le obligó a trabajar bajo la supervisión del matemático Tschirnhaus para que le ayudara a inventar la receta de la producción de porcelana. La combinación de cualidades del sistemático y científico del primero y la gran improvisación y la espontaneidad del segundo (Böttger) se logró crear la primera porcelana europea. Por su inmenso valor fue conocida también como el oro blanco. No sabemos a quién realmente atribuir el mérito del invento, ya que Tschirnhaus murió, dejando a Böttger encargado de gestionar toda la producción. ¿Ahora te preguntas por qué trasladó la fábrica a Meissen?
Resulta que como era tan guardado el secreto de producción, el lugar perfecto para este propósito fue el castillo de Albrechtsuburg en Meissen. Así se resguardó la receta por muchos años. En la 1870 se mudó la producción a las afueras del pueblo, donde hasta hoy en día sigue funcionando la fabrica.
La visita está compuesta de dos etapas. Primero te llevan con el audioguía en diferentes idiomas (español está disponible) por cuatro salas. Es allí donde puedes ver como los artistas producen una obra de arte en vivo desde el inicio hasta el final. En cada sala, se va detallando los diferentes procesos técnicos. Me sorprendió la cantidad tan amplia de colores. Dicen que puede llegar hasta las 10,000 tonalidades. Me tocó ver como el artista estaba pegando uno por uno los dedos de la mano de una pieza. Esto me dio la idea de la cantidad de trabajo y talento que se requiere para terminar una solo pieza de arte. Ahora voy a ver las tasas de té dé mi familia con mucho más respeto.
La segunda parte de la visita se encuentra en la parte superior. Ahí puedes admirar todas las preciosas piezas, desde tamaños muy pequeños hasta unas obras gigantes. Caminando me preguntaba cuantos artistas colaboraron y como realmente hicieron unas obras de arte tan extravagantes. En la mayoría de los museos, tocar las piezas está prohibido. Lo que me gustó es que aquí hacen una excepción. ¡Puedes tocar algunas ¡pero ojo! Solo donde está indicado.
En mi caso, la visita duro aproximadamente 2 horas. El audioguía en español era de gran ayuda. Para que puedas planificar mejor tu visita, aqui te dejo el link del museo. En la planta baja se encuentra una agradable cafetería y por supuesto la tienda! Los precios son muy variados dependiendo de tus gustos y el grosor de tu cartera. Después de esta increíble experiencia seguí con mi ruta hacia la colina. ¡La belleza del centro histórico fue una verdadera sorpresa!
Centro historico Meissen
Llegando al centro del pueblo me sentí como entrando a un mudo de cuento de hadas. La arquitectura se vío muy preservada y los edificios, construidos de estilo gótico y renacentistas, hacían que se viera un lugar muy pintoresco.
Me paré unos minutos en la plaza del Mercado donde admire el Rathaus que significa ayuntamiento.
Me encantó como en Alemania no se pierde la tradición, ya que, la administración municipal se encuentra en el mismo edificio que hace varios siglos. Te recomiendo echarle un vistazo por dentro. Allí encontrarás los vestigios del pasado con grandes arcos abovedados y fragmentos de muros medievales. Todo está integrado a las necesidades actuales del edificio. Un puro pragmatismo Alemán.
Estando en plaza no pierdas la visita a la majestuosa Iglesia de Nuestra Señora situada en una de la esquinas. Te sugiero que pongas atención a la torre blanca, que hace contraste con el color de la iglesia. Por debajo del reloj podrás ver el famoso carrillón de porcelana. Esta técnica fue solamente perfeccionada hace un siglo y en el año 1929 se logró afinar este tipo de campanas en un cierto tono.
Me animé a entrar y desde primer momento sentí ese ambiente medieval gracias a las vidrieras y bóvedas de piedra. Lo que más me gustó fue el retablo de madera de tilo, bañado en oro. Lo interesante es que representa el Dios, como el anciano sabio, con Jesucristo y Maria a su lado. Los otros fragmentos demuestran las diferentes escenas de vida de Jesús. Al salir te recomiendo echarle la mirada a los bonitos “conectores” de los arcos, conocidos como “claves”. Pintadas de rojo y dorado las utilizaban para equilibrar los arcos siendo tambien una decoración. ¡Una chulada!
Castillo Albrechtsburg
Por último quedaba subir la colina y descubrir la parte más antigua de la ciudad – Albrechtsburg. Hay dos maneras de llegar:
Escogiendo la primera opción me costó bastante esfuerzo de llegar a la cima. Sin embargo, las hermosas vistas recompensaron toda la fatiga. El monumento más representativo que se debe visitar es el castillo Albrechtsburg. Como ya mencioné. Fue donde se mudó la producción de porcelana de los calabozos de Dresde. Desde 1710 hasta 1870 se producía ahí la porcelana de Meissen. Hoy los interiores albergan el museo, que te da la oportunidad de conocer toda esta fascinante historia. Durante la visita puedes recorrer, entre otros interiores, la sala grande, el gran salón de la corte, la capilla y la torre. La exposición es muy interactiva, y bastante detallada. Los audioguías están disponibles en inglés, alemán, francés, italiano, checo, ruso, polaco, pero no en español.
El horario es de 10:00 a 18:00. Puedes visitar directamente su web. En la parte de sección de entradas puedes consultar las diferentes entradas combinadas, por ejemplo con la catedral o la fábrica de Porcelana. Los precios suelen subir, así que te dejo el link donde puedes tener la información actualizada.
Mi última parada en la colina fue en la majestuosa catedral gótica de San Donato, situada al lado del castillo. Se trata de una construcción muy antigua, donde nace la historia de Meissen. Estamos hablando del siglo X de la época de Enrique I conocido como “El Pajarero”. Fue este soberano que ordeno construir el castillo en año 929, que unos años después se convertiría en la sede del Margraviato de Meissen. Más tarde se estableció el obispado. En esta época el poder civil estaba muy vinculado con la iglesia católica. Estas dos instituciones en el mismo lugar hacía de Meissen un importante centro de poder.
En el centro de la plaza vi una fuente, que simbólicamente conmemora la fundación de Meissen como la primera ciudad germana de Sajonia. Resulta que antes, toda la zona fue habitada por tribus eslavas paganas. Los alemanes con espada y evangelio colonizaron estos territorios. En el año 1423, por decisión del emperador de Segismundo I los margraves de Meissen recibieron el ducado de Sajonia y el título de príncipes electores. Con esto el poder político se trasladaba paulatinamente a la ciudad vecina de Dresde.
Entrando a la catedral se puede pasear por un antiguo claustro, con varias lápidas funerarias. Se me hicieron austeras comparado con la impresionante nave principal y numerosas bóvedas. !Se vió como de película!
Los precios actualizados de las entradas los puedes ver directamente en este sitio
En la plaza se encuentran varios restaurantes que ofrecen ricas cervezas locales y vinos de las bodegas lugareñas. Me senté a tomar una copa y desde la terraza amiré la magnífica vista de la ciudad. Otro lugar muy instagrameable de Meissen es un mirador, ubicado al fondo de la plaza, donde podrás ver el río Elba.
Pueblo Aleman Weinböhla
Dirigiéndome a mi siguiente destino Moritzburg, no me pude resistir y decidí pararme por un tiempo en una de la villa más bonita que he visto en Alemania – Weinböhla. Esta localidad cuenta con una historia bastante larga. Su nombre apareció en las crónicas medievales del el siglo XIV como «Bela». Esta palabra proviene del sorabo (eslavo autóctono) y significa blanco-claro. Esto se debe supuestamente a que en la zona hay buena exposición al sol. Esto fue probablemente la razón por la cual desde el siglo XVI se comenzó la viticultura. Es cuando se le añadió la segunda parte del nombre «Wein» que en Alemán significa vino.
Caminando por el centro de la villa me cantó ver diferentes bodegas y restaurantes de comida local. Aunque la mayoría de los lugares estaban cerrados, me pareció que los usan para eventos privados tipo bodas o fiestas familiares. Me sorprendió también ver como los campesinos locales venden sus productos. Los dejan a fuera de sus casas, y cada uno puede escoger lo que necesita, el dinero se deposita un buzón. Se me hace una forma muy honesta de comprar, mostrando los valores cívicos.
El último de los lugares que podría recomendar ver en Weinböhla fue la iglesia de San Martín. Se trata de una construcción en estilo gótico. Me encantó el pintoresco parque con un pequeño estanque, una fuente y… unos enormes patos! Además, me sorprendió un austero monumento en el homenaje de los soldados del ejército rojo que lucharon en la villa en el año 1945.
Palacio Moritzburg Alemania
El número tres en mi lista de los lugares que vale la pena ver en Sajonia, ocupa el recinto Moritzburg. Se puede estacionar el coche en frente de la entrada al castillo y el precio depende del tiempo (se paga en los parquímetros). Si quieres usar el traposorte publico puedes tomar el autobús 477 de la estación de Dresden-Neustadt a la estación de Moritzburg Schloss. El tiempo aproximado es de 27 min de viaje y te deja a tan solo unos pasos del castillo.
Cruzando la calle me hechizó la hermosa visita de todo el recinto. El palacio se encuentra en una isla artificial en el centro del amplio estanque. Me cautivó la caminata por un largo sendero entre dos hileras de arboledas donde disfrute paulatinamente el panorama del castillo.
La construcción servía como palacio de caza de Augusto el Fuerte, así que no te sorprenderás las estatuas de cazadores con perros. El diseño de todo el recinto es impresionante, el arquitecto Daniel Pöppelmann (el mismo que diseñó el Zwinger en Dresde) ha creado una obra maestra en la formación de este paisaje. Integró perfectamente el palacio con las zonas de parques, bosques, palacetes y fuentes. La caminata fue una experiencia muy agradable.
Teniendo en cuenta el buen gusto y extravagancia del rey Augusto el Fuerte compré la entrada con audioguía en español. En link podrás ver los precios actualizados. Comencé el recorrido por la capilla privada de los príncipes electores. Construida inicialmente para el culto luterano que posteriormente fue consagrada a la denominación católica durante el reino de Augusto el Fuerte. Luego pasé por la Sala de Piedra. Te dejará sorprendido por la numerosa cantidad de trofeos de caza colgados en las paredes. Otra de las salas imponentes fue la del Salón de las Monstruosidades, porque está tapizada de cuero. Las paredes están adornadas de una forma tan detallada que pensarás que es un papel tapiz. En el exterior pude disfrutar de los jardines y bosques alrededor del castillo.
Fortaleza de Königstein
Mi penúltima recomendación en esta artículo sobre qué ver en Sajonia es la Fortaleza de Königstein, situada al sur, pegado con la frontera con República Checa. Es una región montañosa, donde las formaciones rocosas crean unos fantásticos paisajes en el valle del río Elba. La Fortaleza de Königstein me impresionó por los siguentes aspectos:
Fortaleza de Königstein
El recinto cuenta con un estacionamiento bastante retirado de la entrada a la fortaleza. Si gustas puedes caminar este tramo admirando los paisajes o tomar un tren turístico que en precio de 8 euros por adulto te lleva a las taquillas y de ahí se sube al elevador.
La visita de la fortaleza está muy bien organizada. El precio de la entrada varía dependiendo de las estaciones del año. (info actualizada en el link). Subiendo el ascensor que tiene de altura de 5-6 pisos, es una enorme “meseta” donde se encuentra la fortaleza. Te recomiendo dirigirte al edificio central donde por un precio adicional 2 euros puedes contratar un audioguía en español y te regalan un práctico mapa con los 70 puntos para visitar. La grabación es bastante entretenida, contando los diferentes detalles y anécdotas de la historia del recinto, llevándote a cada instalación, como él edificó del pozo del agua, bastiones, bodegas, graneros, cuarteles militares. Uno de los miradores que me enamoró, le llaman “la Nariz del Rey” . Ahí se puede observar la línea del ferrocarril y la iglesia.
El lugar cuenta con varios restaurantes donde podrás disfrutar de un café, comida o helado. Para pasear tranquilamente el sitio, sin cubrir quizá todos los puntos, se necesita fácil por lo menos 2 – 2,5 horas como mínimo.
Parque Nacional de la Suiza Sajona
Para finalizar mi lista de recomendaciones sobre qué ver en Sajonia, decidí dejar atrás todas las ciudades y visitar paisajes naturales. No me equivoque cerrando con broche de oro en el Puente del Bastei situado en el corazón del parque nacional de la Suiza Sajona.
Llegando en coche te puedes estacionar a tan solo unos 15 minutos caminado del punto culminante del parque. Se trata de un espectacular puente de piedra colgado entre varias formaciones rocosas a una altura de casi 200 metros. Podrás contemplar uno de los paisajes más escénicos del valle del Río Elba. Esta zona es perfecta para los senderistas, turistas, montañeros y los apasionados de la naturaleza.
¿Sabes por qué esta región de Alemania tiene este nombre? En el siglo XIX llegaron los pintores suizos y como el paisaje se les hizo tan pintoresco como su amada Suiza, que le llamaron la “Suiza Sajona”. Las vistas panorámicas al rededor son muy bonitas.
Puente del Bastei
Con esto terminan mis recomendaciones sobre qué ver en Sajonia. Meissen fue realmente preciosa con su ambiente de pueblo mágico europeo. Moritzburg me enamoró con su diseño espectacular y las increíbles áreas verdes. Weinböhla fue la pequeña cereza del pastel para complementar la vista conociendo una villa, palacio y pueblo Sajón. La fortaleza de Königstein y el Puente de Bastei se encuentran en un paisaje totalmente distinto, entre las pintorescas montañas y las espectaculares formaciones rocosas.
La visita a la fortaleza permite sumergirse en el mundo de armas, reyes, solados y guerra, en cuanto el Puente Bastei es una perfecta opción para tener contacto con la naturaleza. Espero que te haya sido útil este blog. Espero tus comentarios y sugerencias ¡Puedes también consultar mi blog de viajes sobre Dresde y ¿Qué ver en las afueras de Berlín? Si quieres conocer con un, guía local aquí puedes reservar los free tours ¡Que disfrutes tu viaje!
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